Recuerdos del caserío y la ermita de San José de Lentiscar

La imagen superior fue tomada en 1970, cuando empezaba su abandono. La otra es reciente. Su degradación ha sido absoluta en medio siglo, pero siguen latente los recuerdos de décadas atrás, cuando había (mucha vida) vida.



Personas de la política han denunciado a lo largo de los años esta situación y han reivindicado a las autoridades competentes la reparación de la ermita de aquella aldea, que contaba con varias casas y una escuela mixta, con casa para el docente de turno si le hacía falta. Allí hicimos bastantes niños la primera comunión. Además, fui monaguillo y seguí visitando el lugar, como se refleja con la presencia del Seat 600, que fue mi primer turismo. El párroco venía de La Palma y la maestra era doña Teresa, que se desplazaba desde El Algar en una tartana, mientras que los chavales venáin de Los Beatos, Los Bartolones, Torre del Negro, Lo Cobacho, El Granero, Los Veras, etc.

En este caserío vivían familias con hijos y se organizaban grandes fiestas, cientas a caballo o en bicicleta, carreras de sacos... Recuerdo a las familias de María Montesinos, la de Francisco Núñez, la de Ana María, la de Asunción, la de 'Pedro el Perete', la de 'Para La Moreno', la del señor Joaquín, la del Mindolo, la del Molinero, la de Ginés Pérez Gómez, la de Ramona Pérez, la de José y Maruaj Gómez, la de Josefa, la de Amparín y 'Miguel el Manchego'... También había una fragua y un molino de la familia Jerónimo, que en la imagen superior se ve al fondo. Las casas fueron destruidas y ahí ahora hay grandes extensiones de lechugas.

A partir de los años sesenta del pasado siglo, la iglesia fue quedándose abandonada y fue saqueada por 'amigos de lo ajeno' que se llevaron hasta la campana de la torre.

 

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